jueves, 19 de abril de 2007

LAUREL DE OLIMPIA
A: Los Juegos Olímpicos


Verdes hojas medicinales al alma
refrescan la frente de cada luchador
y con valor deportivo
descansan sobre el podio glorioso.

Lloran su derrota los vencidos,
ríen alegres los victoriosos,
pero el cúmulo de amor por el deporte
llevan a su diestra los atletas.

Y como en los tiempos épicos,
se lauréola Atenas
con deportistas de todo el mundo
que combaten su deporte con honor
y enaltecen con proeza su país.

La llama de los juegos olímpicos
permanece encendida desde Zeus,
hasta los siglos venideros
impregnado del laurel de Olimpia.





CICATRIZAR LAS GUERRAS

Cerrar las heridas de la guerra
con el ungüento de la tierra.

Taponar las heridas de la guerra
con obras de arte contemporáneo;
aliviarlas con paños de agua
para que refresque con el viento
toda mente humana.

Cubrir las heridas de la guerra
con el arado de la tierra
para que no se abran con el odio.

Curar las heridas de la guerra
con el trigo del hombre
para no vivir con una garra.

Sanar las heridas de la guerra
con la ciencia globalizadora
para que el virus de la venganza
no se convierta en llaga.

Nota:"Laurel de Opimpia" lo envíe a la página de BBC Mundo en su columna Participe - ¿sigue su espíritu?
El autor.