TU HUELLA DE ROUGE ROJO

Bailamos el tango juntos,
tú y yo, nos movimos enternecidos
por la música del bandoneón
que se desprendía, mientras danzábamos
al compás del dos por cuatro.

Abrazados, sintiéndonos palmo a palmo
volamos por los bares
de Caminito y Dorrego
trepamos por el viejo puente de la Boca
y navegamos en una desteñida canoa
por las oscuras aguas del riachuelo.

Tu rostro sin maquillar,
pegado al mío;
nos miramos ante esa noche llena de risas
como si nada tuviera fin.

Quedó impregnado para siempre en mi rostro
tu huella de rouge rojo.




UNA GUERRA ES UN JUEGO

Una guerra es un juego,
no tiene que preocuparse.

Un juguete de agua
es la sangre teñida de dolor.

Un arma para matar
es un escudo para reír.

Un uniforme de guerra
es nuestro cuerpo
dispuesto a despellejarse;
y cuando todo esto haga impacto
dormiremos para siempre
soñando nuestra ignorancia.

ES LA HORA DE ESCRIBIR

Es la hora de escribir;
es el momento de decir,
sí, a la verdad
a la belleza, al amor
a la amistad.

Es el tiempo de escribir,
no, a la injusticia,
al horror, al enemigo
y a los errores
que promulga la astucia.

Es la hora de escribir;
es el minuto de pensar;
es el instante de cantar;
si no es el ahora el vivir
mañana amanecerá todo sin vida.

MANOS FEMENINAS


Manos tejedoras de oficios,
si cuando las tienes ocupadas
es, dándole brillo al sol apagado.

Si cuando están en descanso
es, para orgullecer tu cuerpo;
si están detenidas
están brotando dentro de tu ser
estrellas adoradas
que luego abrigas
con tus rizos de oro.

Manos pintadas de sedas y cienas;
manos húmedas de nácar y de algas;
manos enjoyadas de virtud;
manos dispuestas a componer rapsodias;
manos de líneas y coyunturas adoradas
que tocan mi pecho y mi alma
para conseguirlas con tus obras.



MANOS MASCULINAS

Manos metidas en la tierra
fabricando cerámicas del bien y el mal.

Manos callosas por el arado
afanosas en la siembra y el riego
de los campos veteados.

Manos fuertes y poderosas
si están en el bien
¡ah! campos reverdecidos por los frutos
ni la espiga dorada falta sobre la mesa.

Y, si están en el mal
se deforman en armas crueles
y se agigantan como las pestes.

Manos trabajadoras en la yunta
para poder trabajar sobre el yugo
las mejores herramientas de tus virtudes;
tus hijos no serán los nuevos yerros.

MUJER PERFECTA COMO ESMERALDA



¡Ah! caminos cubiertos de cristales en piedra
¡ah! pequeñas y grandes esmeraldas
que relucen sin misterio en mi camino.

¡Oh! mujer perfecta como esmeralda
porque no dejas que mis manos cristalinas
se apoyen sobre tus pechos de esmeralda.

¡Oh! mujer de agua cristalina
refrescame que estoy sediento de tu amor.

¡Ah! mujer esmeraldifera
ábrame el corazón con tu color encendido.

¡Oh mujer!
solo en mi camino hay piedras de cristales verdes
para tallarlas con tu nombre;
dándole forma de tu corazón
para darle dulzura y alegría a nuestros ojos.